El paradigma educatiu

"Per una escola que respongui a les necessitats reals de les persones i de la societat"

diumenge, 16 de desembre del 2012

Conclusions Programa d'Ed.Emocional per Primària


En los últimos años, se ha visto incrementado el número de centros, docentes y familias interesadas en la formación de la Inteligencia Emocional, de manera transversal, como parte propia del currículum educativo para el desarrollo personal y formativo de los alumnos y alumnas.

Este programa tan solo es una pincelada de lo que conllevaría un trabajo eficaz sobre el desarrollo emocional de las personas. Creemos que el hecho de desarrollar la Inteligencia Emocional nos permitirá ser felices y mejores personas y, a su vez, ayudar a las demás a serlo. Esto nos permitirá gestionar y regular nuestras propias emociones y sentimientos: la ansiedad, los conflictos, etc. Por eso, creemos importante empezar a contribuir en la implantación de este tipo de formación en las escuelas, aunque sea a partir de pequeños proyectos, como puede ser este modelo de programa. Por ello, creemos conveniente que una parte de la formación del profesorado debe dedicarse a formar a los maestros/as en Educación Emocional.

En la última década, la Educación Emocional ha entrado con fuerza en el sistema educativo. Por una parte, el ser humano se ha dado cuenta que no basta con tener muchos conocimientos si, luego, somos incapaces de gestionar nuestras propias vidas. Y, por otra, la ciencia ha avanzado con rapidez; hoy en día se sabe que el cerebro puede entrenarse para gestionar las emociones y, además, la parte emocional está intrínsecamente ligada a la parte racional. Un ejemplo de esto es que, a día de hoy, se puede observar a través de aparatos tecnológicos dónde está situada la empatía en el cerebro. Además, la finalidad máxima de las personas, en general, es alcanzar la felicidad o la satisfacción. Por lo tanto, la escuela debería educar para lograr personas satisfechas y felices, por encima de todo. 

A pesar de la conciencia colectiva de la necesidad de este tipo de formación, a menudo nos quedamos con la parte teórica y cuesta llevar a la práctica este tipo de aprendizajes. Por un lado, por la falta de formación de los maestros y, por el otro, por no saber cómo transmitirla, ya que no se puede "enseñar" como tal, sino que debe haber alguien que te acompañe en el proceso de aprendizaje.

Es por todo esto, que consideramos importante facilitar este tipo de programas a los centros, ya que, lo consideramos un buen recurso para los docentes que deseen comenzar a trabajar aspectos emocionales en sus aulas, más allá de que este programa naciera de una demanda específica en un contexto particular.

Las cuatro temáticas fueron escogidas según las necesidades dentro de un grupo determinado pero, cabe destacar, que resultan ser los pilares para obtener competencias en Educación Emocional. 

El primer bloque, sobre Inteligencia Emocional, nos lleva a comprender que ésta es educable y permite concienciarnos de la necesidad de reconocer las propias emociones y gestionarlas, porque son el motor que marcan nuestras acciones. En el segundo bloque, sobre la autoestima, nos ayuda a reflexionar sobre la importancia de creer en nosotros mismos, para poder alcanzar el propio bienestar y ayudar a los demás a alcanzarlo. El tercer bloque, sobre las habilidades sociales, nos lleva a identificar la importancia de saber ponerse en la piel de las personas, tanto para comprender a los demás como para que ellos y ellas te comprendan. Esto nos llevará a una mejor integración social. El bloque sobre la resolución de conflictos es el último aspecto que pretendemos trabajar pero, no por ello menos importante, ya que se trata de, una vez concienciados todos los aspectos anteriores, tener la capacidad de poner en práctica habilidades que promuevan el bienestar personal y colectivo.

Este programa se realiza a medida, para un grupo concreto que tiene un problema determinado, por lo tanto, se aplica de manera correctiva (el conflicto ya ha tenido lugar). Nos atrevemos a anticipar que al grupo clase destinatario le será muy útil trabajar todos estos aspectos pero, nos gustaría remarcar que la Educación Emocional es una herramienta de prevención primaria y que no solo debe aparecer de manera correctiva y, menos, de una forma puntual. 

Un niño o niña que se desarrolle con competencias emocionales estará más preparado para enfrentar la vida con éxito, tanto en lo personal, como en su parte académica o profesional. Se podría decir que es una forma de prevención para no convertirnos en adultos con altos niveles de estrés o depresión.

Defendemos también el comenzar lo antes posible a trabajar la Educación Emocional, desde la etapa de Educación Infantil, ya que poner unas buenas bases nos ayudará a garantizar un mayor nivel de salud y bienestar emocional a lo largo de la vida. Esperamos que, con el tiempo, docentes, familias y la sociedad en general, recojan todas estas demandas y se dé respuesta desde las administraciones o instituciones, con una apuesta clara y firme en la educación de competencias socioemocionales. 



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