COMENTARIO ARTÍCULO
Niveles de diagnóstico en los procesos de inserción y orientación
profesional.
Trinidad Donoso, María Pilar
Figuera
La lectura de este artículo me ha abierto puertas hacia el mundo
sociolaboral que para mí, hasta estos momentos era desconocido. No conocía la
perspectiva educativa dentro de un proceso de inserción laboral, ni el término
de diagnóstico para la inserción.
De entrada, algunas ideas reflejadas en el texto me han sorprendido ya que
dista mucho de las políticas sociales actuales
y me ha agradado comprobar como existen muchos profesionales que se forman y
trabajan en esa línea. Creo que es necesario poner sobre la mesa reflexiones
como por ejemplo el concepto de inserción ligado al concepto de dignidad o calidad de vida. En la actualidad en el campo
laboral aceptamos cada vez más cualquier tipo de empleo (mini-Jobs) ya que des
del estado aumentan los discursos amenazantes del “o esto o nada”. El mecanismo
de control del miedo hace que la población estemos cada vez más predispuestos a
perder nuestros derechos sociales y laborales, y que además aceptemos todo ello
como una situación sin alternativas posibles.
En un mundo donde los futuros perfiles laborales aún puede ser que ni siquiera
existan como tales, donde necesitamos personas arriesgadas y con capacidad de
crear y buscar alternativas, es preocupante los niveles de desmoralización y
resignación que se están gestando en jóvenes y adultos.
Por otra parte, mi formación actual al estar centrada en la etapa de
infantil, tengo muy interiorizada la psicología evolutiva en mi esquema mental.
Darme cuenta que una de las primeras premisas a la hora de trabajar con adultos
es romper el estereotipo de la edad. Me ha abierto nuevos horizontes y nuevas reflexiones
sobre mi práctica educativa.
En cuanto al tema de la transición es importante, según mi punto de vista,
marcar como foco central al sujeto. Tal y como dice el artículo, sus
capacidades, sus intereses, su propio autoconcepto, su grado de motivación,
etc. deben permanecer en el punto de mira. El hecho de que la educación cada
vez más se vea condicionada por el mundo empresarial y marquemos objetivos
curriculares según las necesidades de los mercados, hace que quede
completamente de lado, la parte educativa de la persona, la formación y
desarrollo como ser humano. En este sentido, los gobiernos han utilizado, cada
vez más, esta necesidad de preparación profesional para poner el mundo
educativo a su disposición. Creo que el contexto escolar no puede permitirse
que sean agentes externos o intereses económicos los que marquen los objetivos.
Además, en mi opinión, son las personas las que deberían transformar la
sociedad y no al revés. Aunque estoy completamente de acuerdo, en que debemos
ser conscientes y conocer el sistema de transición.
En cuanto a los niveles de diagnóstico, creo que no cumplo el perfil
profesional adecuado para hacer estudios de mercado ya que es una tarea por la
que no tengo demasiada motivación y además una de mis debilidades profesionales
es que las tareas analíticas demasiado alejadas de la realidad, es decir,
estudios donde no existe una tarea práctica ligada a personas y la mayoría de
variables se reducen a números o a leyes de la oferta y la demanda, hacen que
pierda mucha eficiencia a la hora de trabajar.
En cambio, para estudios de caso, donde existe una parte de recogida y
análisis de datos pero que conllevan una relación directa con los sujetos mi
grado de interés se dispara.
En cuanto al tejido social, quizás sí que es un tema que podría suscitar mi
interés pero al ser una persona tan crítica con el modelo actual de sociedad
quizás tendría una limitación muy grande como profesional para poder realmente
ayudar a los demás. Creo que correría el riesgo de caer en un pesimismo que no
me permitiría ser objetiva. A pesar de
ello, creo que si pudiera superar mi desidia y focalizarme en cómo mejorar des
de mi entorno próximo todos aquellos elementos en los cuales pudiera incidir
para contribuir a dar una mayor operatividad a la red social de ayuda a la
ocupación haciendo que se tenga en cuenta realmente el bienestar de las
personas y las familias, seguro que mi rabia podría pasar a ser constructiva y
quizás podría crear fortalezas a nivel
profesional. De todos modos, en principio, son niveles que no me llaman la
atención para desarrollarme a nivel profesional como psicopedagoga.
Por último, el vértice personal del diagnóstico para la inserción es la
parte que más me atrae y en la cual me resulta más fácil imaginarme trabajando.
Cuando trabajaba haciendo talleres de coaching infantil, acabé haciendo más
intervenciones con las familias que con los
propios niños y niñas, y uno de los motivos que generaba en las familias
más frustraciones y culpabilidades era
precisamente el plano laboral de padres o madres. Ya fuese por la
insatisfacción que causaba, directa o indirectamente sobre algunos miembros, o
ya fuese incluso por la inexistencia de este plano. A veces, algún cambio en el
ámbito personal de uno de los miembros, resultó una verdadera revolución (con
efectos positivos o negativos) en el sistema familiar o entorno próximo.
La parte de ayudar a las personas a conocerse, a abrirles camino para que
puedan reflexionar sobre ellas mismas, a conocer sus gustos, fortalezas y
limitaciones, me apasiona. Aún me falta mucha formación en este sentido, pero
he estado al lado de grandes profesionales y he visto a hacer muy buenos
trabajos con increíbles resultados. Esta es la visión que yo quiero acercar al
mundo educativo y por ello es la que más me llama la atención también del campo
laboral.
Creo que para muchos seres humanos la realización profesional marca tanto
sus vidas como la realización a otros niveles, familiares, de relaciones
interpersonales, etc. Es un aspecto de nuestras vidas al cual debemos dar más
importancia y buscar la coherencia. Tendemos a renunciar a nuestros sueños y no
a intentar acercarlos a la realidad en la medida de lo posible. La sociedad
actual, más centrada en otros aspectos, no favorece este proceso. También,
estoy completamente de acuerdo y creo que es muy importante la parte en la que
el artículo hace referencia a la necesidad de desmontar creencias en las
personas, ayudarlas a descubrir su vocación según su esencia y no según un
mundo imaginario orquestado cultural o socialmente.
Tener bien definidas nuestras metas vitales, nuestra misión, ser capaces de
reflexionar, de adaptarnos y tener claros cuales son nuestros parámetros de
flexibilidad y nuestros límites, ayudaran a mantener un cierto equilibrio entre
la situación actual y la situación deseada. Conocer nuestras competencias nos
ayudará a poder trabajarnos las que creamos necesarias y a potencias las que
consideremos que nos acercan a nuestros objetivos. De este modo es como yo
entiendo el valor de la educación y por ello me hice maestra.
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